- Área: 780 m²
- Año: 2013
-
Fotografías:Miguel de Guzmán, Álvaro Galmés
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un pantano es un río que se extiende en el valle, así planteamos pues la casa que se iba a levantar en su orilla, como una vida extendida en los márgenes del lugar. El origen del proyecto fue la vida de sus ocupantes, tuvimos la posibilidad de conocer sus aficiones, de profundizar en sus deseos y en indagar en su memoria, los propietarios tenían una pequeña casa cercana a esta ubicación, en ella experimentaron ya formas de habitar que querían conservar; fue por ello determinante el conocimiento de ese modo de vida.
Imaginar una exposición extrema al lago no fue un argumento difícil de defender, contrariamente a lo que sucede con el mar, aquí las inclemencias climáticas no exigen ninguna protección, así pues la ubicación elegida y la cota en la que se asienta, solo dependen de principios de territorialidad. La edificación se abría en abanico al paisaje, intentando extraer de él todas sus posibilidades, negando la visión frontal estudiamos las perspectivas que darían una mayor riqueza a estas miradas, cada estancia reclamaba un encuadre, un escorzo de las montañas, una visión de la lejanía. La arquitectura se fue trazando a partir de las miradas, se fue imaginando en consonancia con las actividades de cada estancia, en armonía con el mundo de la vida.
Dado la fuerte pendiente de la parcela, comprendimos que la imagen de la vivienda no se recomponía a través de los alzados habituales, por ello, trabajamos en la imagen exterior que se percibe desde el acceso, según una composición de cubierta-fachada, lo que nos obligó a utilizar en mismo material en ambas y a no descuidar compositivamente esta intersección; y en la imagen hacia el lago, extremamos la fuerza expresiva de los falsos techos de madera como elementos definitorios de la imagen de la vivienda.